jueves, 31 de julio de 2008

La mediocridad hecha fútbol


A veces hay sucesos que no se pueden comprender por más que se analicen detenidamente. Lo ocurrido este último miércoles en el marco de la Pre-Sudamericana, simplemente es imposible de asimilar para todos los hinchas de Universitario de Deportes. Nos enfrentábamos ante el campeón ecuatoriano, pusimos todas nuestras fichas en la cancha, nuestro equipo titular, con el que ganamos el Apertura y que nos dio muchas alegrías en la primera mitad del año. El rival prometía, como campeón que era, ser un equipo duro y compacto; y amenazaba salir a acribillarnos desde el inicio. Es decir, se enfrentaban los dos campeones de Perú y Ecuador, era un cotejo que prometía un mínimo de calidad internacional; lo que se vio, fue digno de la vergüenza y el olvido.
Nuestro equipo salió y con las primeras jugadas parecía que estaba bien encaminado. Pero apenas a los diez minutos y hasta el final del partido, este entró en un aletargamiento que parecía de un partido de quinta división del Congo, y eso, que los africanos corren más. Pases imprecisos, pelotazos sin dirección, poca marca, errores defensivos que, con un equipo realmente bueno, nos pudieron haber costado el partido; la U fue un simple desastre y una vergüenza para todos los que amamos su camiseta. Es incomprensible como pueden existir delanteros profesionales que no puedan definir un mano a mano a tres metros del arco. Para no pedir mucho, por lo menos que le peguen a la pelota y que no pifien grass, a menos que “Malingas” Jiménez sufra de algún mal en la visión que le impida distinguir entre balón y pasto. Jiménez, aquí te dimos todo el apoyo, pero ahora sí es momento de que mejores o te vayas del club.
Y si la U dio vergüenza, el Deportivo Quito dio risa. El supuesto campeón ecuatoriano salió a la cancha con todas las imprecisiones existentes. No tuvieron ni una jugada clara de peligro. No disponían de alguna idea concreta para atacar, sus jugadores no mostraban la mínima calidad; este equipo fue una pena. Una muestra clara consta en escuchar lo que dijo Diego La Torre, formidable delantero que comentó el partido. Qué grado de estupidez mental sufrirán esos pobres ecuatorianos mediocres, que prefieren empatar a 0, que tratar de meter gol en la última jugada, obviamente La Torre lo expresó con buenas palabras, pero eso fue lo que entendimos todos los que lo escuchamos después. El hecho que la U no le haya podido ganar a estos remedos de jugadores, me deja incluso más preocupado de lo que deben estar los hinchas del Deportivo Quito.
En conclusión, el partido fue para el olvido. Hay ocasiones en los que un equipo juega mal, pero se trabaja toda la semana para mejorar las falencias. Lo que me deja alarmado, es que la U no jugó bien, tampoco mal, simplemente no jugó a nada. Hubiera preferido que jugara mal, pero no que parecieran unos fantasmas en la cancha. La molestia que siento dentro es muy grande. Ver al equipo que amo con todas mis fuerzas jugando de esa manera, me duele mucho. Pero a pesar de todo U, el amor que siento por ti es más grande que la molestia y el dolor, y ten por seguro que este domingo estaré otra vez en la Norte alentándote como un loco los 90 minutos. Solo te pido crema, que no me hagas sufrir otra vez de esta manera.


Pañalon
Cultura U

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